Las estadísticas hablan por sí solas: en las vías secundarias la siniestralidad se multiplica por dos, y tienen lugar entre un 70% y un 80% de los accidentes con víctimas. Curiosamente, las personas que más probabilidades tienen de sufrir este tipo de accidentes son las que acostumbran a realizar un mismo recorrido, confiadas en que pueden realizar el trayecto “con los ojos cerrados”. Justamente esa confianza hace que los sentidos no se mantengan del todo alerta. Algo necesario si tenemos en cuenta que el número de fallecidos en carreteras secundarias triplica a los de las vías urbanas. El exceso de confianza procura que la atención no esté puesta al 100% ni en la carretera. Ni en los vehículos que circulan en sentido contrario (adelantamientos, ráfagas luminosas, etc.), lo que incrementa el índice de peligrosidad de este tipo de vías.

Ante todo pues, precaución al conducir, con una velocidad adecuada, respetando las normas indicadas, pero además es necesario tener el vehículo a punto, sobre todo en estas fechas donde lluvia, tormentas y granizo hacen presencia (a veces de forma inesperada), así como hojas y ramas caídas, niebla, etc. Es muy aconsejable acudir al taller mecánico de confianza para realizar una revisión que nos asegure que el vehículo responda adecuadamente en caso de necesidad : cinturones de seguridad, nemáticos, suspensión, limpiaparabrisas, sistema de luces y sistema de frenado, etc.
Tal y como la DGT indica, “hay vida circulando en sentido contrario”, por lo que una conducción prudente y el coche en perfectas condiciones evitarán males mayores. Para cualquier duda para reparar coche no dudes en ponerte en contacto a través del formulario o llamando al 958 46 56 96.